" Llantos en el bosque " { Stella }

por **Söld Stukov** Sáb Mar 05, 2011 3:26 am

“Que caigan que caigan, que caigan las vainas, que caigan que caigan, que caigan las alimañas que no sea tan malvadas, que caigan que caigan “

Bizarra y sin ritmo era la canción que cantaba aquel grandísimo sujeto con mucha algarabía. Con paso ligero y casi de bebé, el abismal demonio caminaba por los verdes caminos que regalaba el gran bosque del mundo humano, el cual por extrañas razones era el único que se conocía, o por lo menos el único que conocía el “Ejecutor” para saciar su sed de sangre o curiosidad.

Sin ningún respeto a la vida de la madre naturaleza, el gigantón demonio de ‘chistosa’ apariencia cortaba tanto arboles como animales que se cruzaran en su camino, ensuciando su desnudo pecho con las escorias que residían en el antiquísimo bosque.

Una enorme piedra, no tan enorme comparada con el tamaño del calvo {2 metros y algo} obviamente, se encontraría en el medio del camino del demonio, la cual, sería escalada con suma dificultad por la torpeza que mostraba en ése momento el demonio en su humana forma. Con su bestial espada Jalax en su diestra el gordo demonio alcanzaría subir a la cima de la piedra para luego posar su siniestra en la sien de éste como tapando el sol que no pegaba a sus ojos, como si buscar algo o alguien en aquel lugar.

Al cabo de los minutos de tener un rostro serio y sin expresión alguna, aún buscando a su alrededor aquello que no aparecía, el demonio, sin motivo alguno, soltaría de sopetón su espada para caer al suelo ésta, y el panzón de nalga a la piedra, llevando sus manos hasta los ojos de los cuales empezaría a chorrear a la mar lagrimas significando el estado de depresión que sufría aquel ser en ése momento.