relax y placer (privado yurika +18)

mire el reloj y vi que aun no llegaba asi que decidi entrar dentro dejando una orden para que avisaran dentro donde hiba a estar...a se me olvido mencionarlo en ese dia habia quedado con yurika mi señora y protegida con la que habia quedado en el sitio en el que estoy en las aguas termales.
Para poder bañarnos y descansar un poco despues de dias un poco duros para todos, me quite la ropa y me dispuse a entrar dentro me moje con un poco de agua fria y me meti dentro del agua especialmente mas caliente de lo normal.
aaaa que bien se esta aqui dentro ahora a esperar a que llegue mi señora[b] cerre los ojos para detectar su aura y vi que estaba bien y que ademas le quedaba poco para llegar.
camarero un poco de vino para tomar en el agua y dos copas rapido
marchando señor aparecio un camarero por una trampilla secreta en la que solo aparecia lo que pedias.
aqui tiene señor espero que sea de su gusto asenti y el camarero se retiro
ahora esta todo bien ahora podremos relajarnos como nunca

No entendía que le pasaba, ese día había quedado con Kurogane para ir a las aguas termales, la noche anterior casi no había podido dormir, sus ojos para castigarla no se habían cerrado en un solo momento y el sueño traidor no había venido a recogerla, ¿sería aquella visita lo que la tenía tan ansiosa que ni siquiera podía dejarse llevar por el sueño?
Se dirigió lentamente hacia el sitio acordado, por primera vez en mucho tiempo sintió como sus mejillas, normalmente de un tono pálido a causa de la falta de sol empezaban a teñirse de un rosa claro, signo de que más adelante aquel color crecería hacia tonos más rojizos. El camino que seguía se le hizo prontamente insignificante, era como si una simple imagen invadiera toda su mente, solo podía pensar en aquel sitio, en esa persona, por que, aún no conseguía hallar la respuesta.
Llegó al sitio, un poco más tarde de la hora acordada, se había distraído con sus vagos e insolentes pensamientos que no dejaban de atormentar su mente, se sentía un poco nerviosa, su corazón latía un poco más deprisa de lo normal, tragó saliva y entró en la estancia. Un amable caballero le indicó que su hombre la estaba esperando en una de las bañeras, al mencionar tal palabra sus mejillas acabaron de coger el tono rojizo indeseado, pero no hizo comentario a lo que él dijo, solamente para no tener una discusión o simplemente porque no valía la pena justificarse ante desconocidos.
Entró en una pequeña sala con unos armarios colocados en medio de esta, supuso que sería el sitio donde se guardaba la ropa, lentamente empezó a sacarse su vestido, de un color rojo llamativo, que se deslizó por su cuerpo haciendo denotar sus sensuales curvas, un poco más nerviosa se quitó el resto de la ropa, cogió una pequeña toalla que había delante suyo pero no se cubrió con ella y lentamente se dirigió a la puerta, la cual abrió y al pasar cerró detrás suyo.
En ese momento le vio, sentado en un rincón de la gran bañera que se le presentaba delante, se mojó levemente el cuerpo temblando a causa de la frialdad de aquella agua y sin olvidar su pasó provocativo se acercó a la bañera y se adentró en el agua, la cual arrancó un pequeño grito de sus labios al no esperarse que esta estuviera tan caliente. Habiéndose sentado cerca de este le miró y le sonrió diciéndole aquellas palabras en un tono dulce.

- Siento haber llegado tarde Kuro-chan.

vi todo su cuerpo desnudo y no pude dejar de pensar lo guapa que era su piel blanca y tersa y sus senos ni muy grandes ni muy pequeños proporcionados para su cuerpo realmente hiba a compartir un baño con una verdadera bellza,acerque la bandeja con una copa de vino la cual flotaba encima de la bandeja por el agua y le mire a los ojos. no es problema fui yo que me adelante un poco ahora toma un poco de este vino que eh pedido y relajate que nos hace falta mientras le acercaba la copa me puse mas cerca de ella y le rodee con el brazo derecho para que se pudiese apoyar en el.
dios y ahora con todo lo que viene nos lo merecemos el poder tener un poco de tiempo y descansar. pulse un boton y salen chorros de agua relajantes por las espaldas de cada uno para que sea mas placentero el baño.

Se acomodó en su brazo cuando este se lo pasó por sus hombros, se trataba de un brazo muy musculoso, debía haber entrenado y luchado por tanto tiempo que ese brazo ya tenía una experiencia incontable de batallas, no solo ganadas si no también perdidas. Una bandeja con una botella de vino y dos copas le fue colocada delante, flotando peligrosamente por encima del agua, tomó una de las copias y admiró el color de ese vino, era precioso, al acercárselo al rostro notó un suave y delicioso aroma, se trataba de un buen vino, no le hacía falta probarlo para saberlo. Acercó la copa a sus labios lentamente y dejó que un poco de vino rozara esos sin llegar a tomar mucho, separó la copa y cerró los ojos disfrutando de aquel sabor, dulce pero con un toque un poco amargo, era algo exquisito.

- Has escogido un buen vino te felicito.

Le miró a los ojos y una tierna sonrisa se formó en sus labios, algo tintados a causa del vino, en ese momento fue cuando empezó a estudiar al otro, nunca le había visto desnudo y se sentía bastante atraída por él, tenía un cuerpo musculado, que de de alguna manera le hacía ser hermoso. De repente un estremecimiento recorrió su cuerpo al sentir como una corriente de agua se instalaba en su espalda, cosa que hizo que se sonrojara ya que no se lo esperaba y un pequeño grito había podido oírse proveniente de ella.

- No podías avisar que abrirías los chorros? Me has sorprendido.

Fingió estar enfadada, pero en realidad le gustaba esa sensación de relajación que el agua le estaba proporcionando, ya que había trabajado duro y ahora empezarían momentos difíciles para ellos.