Devolviendo un favor (privado con Kurogane +18)

Salí del salón del trono con paso tranquilo, había quedado con Kurogane en mi habitación que estaba justo frente a esta. Abrí las puertas de mi habitación y me senté en mi cama esperando su aparición con la misma mirada de indiferencia de siempre. Esperaba que no tardase mucho, solía aburrirme con facilidad, me divertía más ver a las demás personas o hablar con ellas.

camine por el palacio con tranquilidad puesto era uno de los guardianes de yandra,mire el lugar puesto q nunca habia estado pero segui su aura pura y fuerte hasta que llegue a su cuarto. bien ya es hora de que le devuelva el favor,penso kurogane cuando entro por la puerta y vio a yandra en la cama con su mirada de indiferencia hola yandra-dono como prometi aqui estoy para devolveros el favor que os devia me acerque a la cama y me puse cerca de ella mientras le miraba a la cara crees q podras manejarlo? dijo un poco atrevido mientras se ponia mas comodo a su lado.

—Buenas Kurogane, te estaba esperando, pues no lo sé al menos lo intentaré- dije con picardía que acompañé con una sonrisa de la misma picardía mientras me giraba a verle- dime... ¿cómo quieres que empecemos? Te dejo decidir- le digo apegando mi cuerpo al suyo insinuante con una sonrisa traviesa incitándole a actuar.

la mire picaro y estaba demasiado cerca y por que no decirlo su cuerpo y su mirada todo en ella resultaba fascinante y sexy bien por q no empezamos por quitarnos la ropa me deseabroche la camisa y me quite el nudo el kimono que se quitaba entero facilmente. me acerque a ella y la bese profundamente mientras una de mis manos pasaban por detras de ella para quitarle la ropa y asi descubrir todo su cuerpo desnudo ves asi es como me gusta ami te hare sentir como nunca yandra esperaba para que se quitara lo que le quedaba de ropa mientras mi torso ya estaba descubierto apunto para que ella pudiera hacer lo que quisiera.
resulta que sois demasiado hermosa para un simple guardian como yo

—Solo exageras adulándome- contesto quitándome lo poco que me restaba de topa antes de acercarme a Kurogane y besarle con lujuria para, ya desnuda acariciar su cuerpo con mis manos para reconocerlo- ¿y tú crees que mi cuerpo es hermoso? Creo que no te valoras lo suficiente querido guardián.- digo sonriéndole traviesa volviendo a besarle sin dejar de acariciar su cuerpo.

senti un escalofrio de placer en todo mi cuerpo por el beso lujurioso que recibi de yandra,la cogi y gire mi cuerpo de modo que quede encima suya.
no es algo que suela considerar si soy guapo o feo mientras pueda cumplir con mi deber la bese mientras mis manos masajeaban sus senos y tocaba puntos de presion de placer secretos por detras de cuello.
mientras me acercaba a sus piernas para luego seguir tocando todo de ella.
acerque mi mano a su genero y empece a masajerlo poco a poco para que empezara a calentarse mientras me acercaba para el siguiente beso.
sois totalmente apetecible digame seguimos con lo siguiente? dijo picaramente mientras su miembro se puso completamente erecto.

Nunca solía dejarme controlar pero Kurogane parecía conocer a la perfección todo mi cuerpo, me resultó divertido y al sentir sus caricias por mis senos y mi intimidad no pude evitar algún que otro gemido-suspiro de los míos muy excitada.-s-sí, continua, Kurogane- dije con la voz cargada de excitación sin dejar de besarle y acariciar en totalidad su torso.

voletee a yandra para q se pusiera encima mia suavemente mientras empezaba a lamer su genero haciendo q mi lengua entrara dentro de el intentando que ella se excitara cada vez mas mientras con mis manos masajeaba sus senos. ya estas muy mojada aqui abajo seguimos? su miembro quedo ya totalmente al descubierto para ella completamente.
yo ya estoy listo para darte mas o al reves

—Entonces creo que podemos continuar- le digo mientras me acerco a sus labios para besarle insinuante y poniéndome encima suya esperando cualquier acción del chico mientras lleno de besos su cuello y alguna mordidita por ahí y por allá mientras paso mis manos acariciando su cuerpo para memorizarlo y deleitarme con su buena forma física causada por los numerosos entrenamientos que debe de efectuar.