Llegando a tan hermosa ciudad...Tokyo (Libre)

La chica era recien llegada en este lugar, pero habia oido de que era un buen lugar en el cual estar, caminaba por aquellas calles, eran como las 10:00 AM, tenia mucha luz del dia en este lugar, solo se dedico a pasear y obsevar como muchos chico se le quedaban viendo, y tambien viendo de reojo a muchos chicos, la chica slo sonreia alegre a lo que pasaba.

Tenía el presentimiento de que este día sería agotador, y por lo visto tenía razón, ya qe después de pasarme alrededor de cuatro horas en una redada cerca del Cementerio General ahuyentando a unos espíritus Devoralmas el sudor y el cansancio comenzaban a hacer mella en mi frágil cuerpo (seré un hechicero hábil, pero hasta los más sabios saben que la carne es débil).

Pasé en el camino por una tienda y compré una bebida energizante para así matar dos pájaros de un tiro. Tenía mucha sed y lo único que quería era descansar por el día de hoy, además de que el sol estaba pegando bastante fuerte, lo que me daba cierto riesgo de insolarme con esta piel tan albina que tengo.

Mientras tanto seguía caminando por la enorme y larga avenida hasta que de repente vi pasar a una curiosa figura que me parecía bastante familiar.

Buenas tardes, señorita. Saludé, con un gesto bastante cortés. ¡Dichosos los ojos que la ven pasar por estos lares!

La chica escuha como una voz que conocia le hablaba, la chica miro hacia donde estaba y noto que era aquel hombre que le ayudo con un problemilla, la chica le sonrie tiernamente, y le saluda.
-Hola!La chica saluda tranquilamente.-Todos los ojos que me ven son dichosos.La chica se rie un poco de su propio comentario.

Río también al escuchar su algo presumido comentario, y colocándome a su lado comienzo a caminar junto a ella.

¿Y qué la trae por estos lugares, Miss Kurumu? Pregunté mientras me sacaba mis anteojos y con un pañuelo me secaba el sudor de la frente y la nariz.

La chica nota como lo acompaña y sonrie, y al notar la pregunta que hacia contestaba tranquilamente.-Pues vine a buscar varias cosas en la ciudad, no llevo mucho aqui. Obserca de rejo a Aleister, seveia muy bien, mientras continuaba caminando de una manera sensual para atraer a cualquier chico.

¿Molesto si la acompaño, señorita? Dije entonces. Por hoy quería demostrar gran amabilidad, ya que a pesar de que la chica se me describió antes como un demonio, me empezaba a caer bastante bien.

A medida que caminaba junto a ella, el calor hacía mella en mi cuerpo, por lo que no tuve más opción de quitarme la túnica, dejando ver unos gruesos jeans negros y una camisa de lino blanca que llevaba puesta debajo.

La chica voltea al oir la pregunta de Aleister, -Claro. No hay problema. Comienza a caminar normal, y nota que se quito la Tunica, siendo sincera se ve mejor haci.-Y Aleister, que hacias por aqui? Pregunta Tranquilamente

La agencia me había encargado investigar unos extraños sucesos ocurridos en el Cementerio General de Tokyo, las almas de las personas que allí descansan en paz estaban siendo devoradas por un ente maligno llamado Devoraalmas. Me tomó mucho tiempo el exterminarla, encima con este calor y mi albinismo, fue muy agotador.

Seguí al lado de ella, secándome el sudor del rostro y de los brazos, arremangándome la camisa. Podría haber usado mi magia para haber creado algo que me protegiese del sol, pero ya a estas alturas estaba tan cansado que no quería esforzarme más.

Fue entonces cuando miré atentamente a Kurumu, mientras me observaba tranquilamente. Era la primera que encontraba tan atractiva a una mujer, que no pude evitar sonrojarme un poco.

La chica se sorprende un poco por lo que paso. -Woow, debio haber sido muy dificil lo que hiciste, pero al menos saliste bien de eso.. La chica le dice de una manera linda, para luego voltaer y notar que el se encontraba sonrojado, y no podia evitar preguntarle. -Te pasa algo Aleister?. Un poco curiosa

Si, los Devoraalmas son algo duros de roer... Respondí ante su dulce comentario. Luego de eso noté que se volteaba a mirarme y por lo totalmente rojo como un tomate que estaba (en una persona albina se nota aún más), desvié la mirada bruscamente seguí caminando mientras mentí para desviar el tema.

Ehhh... nada, no me pasa nada... debe ser el calor, supongo.... ¿Qué es lo que está buscando en la ciudad, precisamente?

La chica nota como el se voltea, para luego escuchar su pregunta. -Pues bueno. La chica se pone pensativa, ttratando de inventar alguna respuesta, ya que lo que deverdad venia a hacer no era muy buena respuesta. -Pues queria buscar algun lugar donde quedarme estos dias, entre otras cosas. La chica le sonrie.

Asi que estas buscando donde quedarte... Comente mientras caminabamos y ponia atencion a sus palabras. Bueno... yo no vuelvo a mi adorada Manchester hasta dos semanas mas por lo que podre ayudarte, si asi lo deseas.

Entonces empece a sacar la cuenta de con cuanto dinero contaba en este momento, y con cuanto contaria en unos dias mas cuando me diesen los honorarios por mision cumplida... Y si, podria financiar comodamente mi estadia en Tokyo, e incluso me sobraria para incluir a alguien mas.

Le propongo lo siguiente, Miss Kurumu Le dije entonces, intentando ser lo mas amable posible. Conseguire una buena habitacion en un hotel durante mi estadia en la ciudad, si prefieres, puedes hospedarte conmigo mientras encuentras un lugar mas estable donde vivir.

Luego de esto, me quede mirandola con una sonrisa amable en la comisura de mis labios, esperando que le agradase mi idea.

La chica oye atentamente lo que decia Aleister, Manchester?, le sorprendia que fuera Ingles, pero sonreia al oir lo que decia de quedrse en un hotel con el. -Haria eso por mi?, Gracias Aleister-San. Le da un abrazo para agradecerle a Aleister por lo que hacia, sonriendole tiernamente.

Impresionado por la reaccion de la muchacha, no pude evitar sonrojarme aun mas al recibir su abrazo. Realmente era una mujer bastante hermosa, por lo que yo al no estar acostumbrado a tratar con ellas me senti un poco ridiculo en esos cortos segundos, hasta que correspondi gentilmente al abrazo, posando carinosamente mis manos en su espalda.

Permitame antes invitarla a un refresco, Miss Kurumu, hace un calor insoportable, y temo que eso perjudique mi fragil piel

La chica se separaba de ella tranquilamente aun sonriendo, y acentuando con la cabeza la invitacion de Aleister. -Gacias Aleister, pero seria mejor que usted me indique donde esta, ya que soy nueva en la ciudad. Le decia Tranquilamente con una pequeña sonrisa en su rostro.

Había olvidado por un minuto que ella era nueva en la ciudad, así que tratando de hacer memoria de los lugares que conocía de Tokyo (ya tuve la oportunidad de visitar varias veces este lugar por unos cuantos casos que resolví) busqué en mi mente un buen sitio en el que podamos pasar el resto del día.

¡Ya está, cerca de aquí hay un hotel de 5 estrellas bastante excelente y con un servicio de lujo. El dueño es un buen amigo mío por lo que no nos dirá que no si le pido un descuento; cuenta con un restaurante en el que sirven los helados más deliciosos de la ciudad, así que, ¿le gustaría venir? Recuerde que todo corre por mi cuenta.

La chica no tuvo que pensarlo, solo le sonreia de una linda forma, pero no respondiendo como sonrio. -Hotel 5 Estrellas, Helado, Me parece obvio, claro que acepto. La chica lo decia de la forma un poco arrogante que es, pero sin tratar de hacer sentir mal a Alesiter. -Vamos, ya no aguanto mas. Le decia un poco apresurada.

Entusiasmada y ansiosa, ¿eh? Pues vamos rápido

Me apresuré un poco y la tomé suavemente del brazo, cruzando corriendo la calle mientras reía alegremente (raro en mí, pero bueno...), al cruzar la calle doblamos hacia la izquierda y seguimos un par de cuadras hasta ver el magnífico y esplendoroso edificio del Hotel Monte Fuji.

Guié a mi compañera hacia la puerta luego de decirle después de usted, y mientras avanzábamos por el amplio hall de recibimiento dejé que Kurumu se deleitase un rato mirando lo bonito y lujoso del lugar mientras me dirigía a la recepción a preguntar por el dueño.

La chica comenzaba a caminar, siguiendo a Aleister y dejando que le agarrase la amno, y al momento de llegar a aquel Hotel, con nombre un poco extraño, se encanta con la belleza de afuera, y al momento de entrar aun mas admirada por lo linda que es por dentro, era de esos Hoteles que solo vera 1 o 2 veces en su vida, asi que habria que disfrutar el momento. -Wow, que lindo lugar. Lo dice aun asombrada, -Espero que los Helados sean como el Hotel. Dice riendo un poco.

Créeme, una vez que los pruebas, no paras. Le comenté mientras vi que el dueño se acercaba al respectivo mesón y al verme, sonrió lleno de alegría y dándome un abrazo amistoso exclamó.

¡Crowley-sama, tanto tiempo que no lo veía, estimado amigo! ¿Qué le trae por aquí?

Asuntos de negocios, Katsuhiko. Respondí mientras me ajustaba los anteojos y luego añadí: Acabo de resolver el problema en el cementerio.

¿En serio? ¡Pues es un gran alivio! ¡Ni te imaginabas las veces que los clientes reclamaban por los molestos ruidos de los espíritus agonizantes que se oían de allá! ¡Y eso que está a kilómetros de distancia! Pues realmente estoy muy contento por tí, querido amigo, ya que realmente me has sacado un enorme peso de encima. Pero bueno, vayamos al grano, ¿que puedo ofrecerte por hoy?

Miré fijamente tanto a Kurumu como a Katsuhiko, respiré hondo y luego dije sin rechistar:

Necesito una Suite para dos, por favor.

¿Para dos? ¿Acaso viene acompañado? Katsuhiko movió la cabeza a un lado y observó a Kurumu con interés, y luego volvió a dirigirse a mí, riendo con algo de sorna. Es una chica muy linda la que le acompaña, Crowley-sama, ¿es su novia?

Esa última pregunta me dejó mudo. Sentí como si me hubiesen noqueado de un golpe y en ese instante no supe que decir...

La chica escuchaba lo que decian, no poniendo demasiado atencion en la conversacion ya que se encontraba aun voltando a todas partes, observando aquel lugar, pero al oir lo que decia el Encargado Tosia un poco, pero rapidamente tomaba la palabra. -No, No, solo somos amigos, Verdad Aleister?. Le decia un poco sonrojada a Aleister.

Miré nuevamente a Kurumu, estaba casi tan sonrojada como yo. En verdad tenía razón, sólo eramos amigos y aparte nos estábamos recién conociendo, pero aún así tartamudée un poco cuando dije:

Bueno... emmm... si, sólo somos... buenos amigos... jejeje

Katsuhiko sólo se limitaba a sonreír y luego de entregarme las llaves dijo:

La Suite Presidencial, la mejor y más cara habitación que tengo, pueden disfrutar de nuestros servicios como quieran, la casa paga.

Cogí las llaves de manera algo apresurada, fue muy gentil de parte de mi amigo el que nos diera la mejor habitación y completamente gratis. Tomé nuevamente a Kurumu del brazo y guiándole a la que sería nuestra habitación, no pude evitar soltar un leve suspiro por lo nervioso que estuve en ese momento, ya que aún estaba un poquito sonrojado.

La chica lo acompañaba alegremente, y como no estarlo, todo lo que se gastara aqui iba a ser gratis, en ese momento nota el suspiro de Aleister. -Disculpa Ali-Chan, te incomoda algo? Pregunta de una manera tierna a Alesiter, observandolo un poco preocupado, la verdad es que le empezaba a agradar muchisimo Aleister a la chica.

Ignoré momentáneamente la pregunta mientras respiraba hondo y procedía a abrir la puerta de la Suite Presidencial. La habitación contaba con una enormidad de lujos que cualquier persona sería capaz de ver por lo menos una o dos veces en su vida: Sillones y muebles estilo Luis XVI en una especie de Living-Room bien decorado con algunas plantas y cuadros de excelentes artistas japoneses, una bonita mesa de centro con cojines alrededor, una mesa un poco más allá, y pasada la terraza se podía ver un amplio balcón junto a una larga piscina.

Rápidamente entré y dejando mi túnica colgada en una silla y quitándome mis armas (una espada larga bastante exótica con una empuñadura bien trabajada y un revólver 357 Magnum) encima de la mesa de centro, me senté en sofá y ya más relajado le dije finalmente:

¿De casualidad te has fijado en lo último que dijo ese tarado de Katsuhiko, cierto?

La chca en el momento en que Aleister abria lapuerta, se fascino aun mas, era un lugar bellisimo esa Suite, le parecia demasiado linda pasar su vida aqui, pero no seria posible, pero lo disfrutaria, la chica voltea hacia la cama, y sin poder resistirse se lanzo hacia ella, extendiendose en ella, y luego escuchar su pregunta.-Pues lo que recuerdo es que nos pregunto si yo era tu novia. Lo decia dudosa, y pensativa.