Perdida completamente...

Desperté de repente... olía a quemado y Maka me lamia el rostro... ese lugar no era el puente donde vivía... que raro... y además hacía calor... miré a mi alrededor... era todo muy... naranja, de fuego... con razón hacia calor!! me levanté y sacudí mi vestido, que se había llenado de cenizas... luego me llevé las manos a la cabeza intentando recordar que rayos hacía yo en un lugar como ese... sólo conseguí marearme... estaba todo muy confuso en mi cabeza... busqué una seta curativa en mi cesta... pero esta no estaba... me dio un ataque de pánico y empecé a hiperventilar... yo no era nada sin mis setas... dónde estarían?? saqué mis dos pistolas, por suerte aun estaban cargadas... así que tendría con qué protegerme... la cuestión era... de qué me iba a proteger?? para mí ese lugar era completamente desconocido, y no sabía como iba a llegar a salir de allí... mira que me gustaban las aventuras, pero sin saber donde estaba... era completamente distinto... al ver que no iba a llegar a ningún lado, recordé que cuando te pierdes, te tienes que quedar en el sitio hasta que alguien te encuentre... o hasta que te mueras de hambre... esperaba con todas mis fuerzas que pasase lo primero... me senté en el suelo, abrazandome las rodillas con una pistola en cada mano, y Maka se sentó a mi lado, haciendome caricias con la cabeza para confortarme... a mi lado empezó a crecer un zarzal de cristal y comí unas cuantas bayas azules que salían de este... por lo demás, el resto del lugar era árido y desierto...

-Espero que nos encuentren, Maka... no quiero morir de hambre...

Yandra me había dicho que no me acercara al mundo de la oscuridad pero debía hacerlo, esa zona también se tenía que vigilar y además ya había acabado el resto de trabajo del día y lo único que quería hacer era revisar el mundo e irse al palacio a descansar. Ese sitio no le gustaba en absoluto, era demasiado oscuro ya que siempre había nubes negras cubriendo el cielo, nunca sabías si era de día o de noche, iba andando tranquilamente por uno de los prados de ese sitio, hacía mucho tiempo aquel planeta también había rebosado de vida, pero ahora era solo algo lleno de rocas, fuego y totalmente seco sin nada más que tierra muerta, eso la entristeció bastante ya que ese planeta también había sido próspero.
Empezó a subir, lo que parecía un volcán, no sabría decir si estaba activo o no ya que no podía decir que saliera humo de él a causa de las negras nubes, como podía ser aquello así, empezaba a pensar que ese mundo pronto desaparecería pero no parecía que Yandra quisiera acercarse a él tampoco así que la única manera era dejarlo abandonado a su suerte, pero seguramente ella no dejaría que lo hiciera así que simplemente se tenía que venir.
Al cabo de un rato de andar sentí algo extraño cerca de mí, no era un demonio y tampoco ningún ser oscuro o con malas intenciones, era más bien alguien bueno y humano para mi sorpresa, fui hacia esa dirección ya que me extrañaba mucho que por estos lares hubiera un humano, había dos opciones o era un demonio que me tendía una trampa o realmente un humano estaba allí, lo más seguro era que se hubiera extraviado así que me dirigí hacia donde estaba, al cabo de poco de andar vi a una niña sentada en el suelo, abrazando sus rodillas y un gato a su lado, como imaginaba se había perdido, pero era muy imprudente estar por allí totalmente solo sin ninguna protección, me acerqué a ella y me agaché delante de ella para tenerla a la altura de mis ojos.

- Hola pequeña, te has perdido? Sabes que andar por aquí sola es muy peligroso?

Había estado llorando un buen rato desde que se habían acabado los frutos de la zarza de cristal... escondí mi rostro para que nadie me viese, aunque no hubiese nadie en absoluto... lo único que veía eran mis rodillas apretadas contra mis párpados y mis manos aferraban las dos pistolas con fuerza, dispuesta a disparar a cualquier cosa que considerase peligrosa... Entonces escuché una voz... alcé la vista y vi a una mujer hermosísima frente a mi mirada... mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas y me eché a sus brazos sin pensar en si podía ser un demonio que me fuese a comer o algo... sólo estaba contenta de que me hubiesen encontrado... Maka confirmó, para mi alivio, mi teoria de que esa mujer no era malvada... estaba tranquila, y ronroneaba tallandose contra las piernas de esta... yo seguí llorando un rato... hasta que por fin me calmé un poco y pude explicarle mi situación entre sollozos...

-Y-yo... buuh... yo no se... sigh... como he... llegado hasta aqui... buu... e-esto... sigh no es mi casa...

Sorbí los mocos que el llanto me habia causado y me tallé los ojos... de verdad estaba feliz de no haberme tenido que morir de hambre... y pensando en el tema, me sonaron las tripas... ya llevava seis horas sin comer nada de nada... la zarza de cristal con las bayas azules ya se había marchitado hacía tiempo... Maka seguía haciendo caricias de agradecimiento a la mujer...

La niña parecía muy asustada, estaba llorando muchísimo cuando la encontré y su gata parecía un poco intranquila también, seguramente su instinto le decía que ese sitio no era muy tranquilo que digamos, de repente antes de que me diera cuenta se lanzó a mis brazos llorando en mi hombro, estaba más asustada de lo que pensaba y me costaba entender lo que decía, le acaricié la espalda suavemente para tranquilizarla, sintiendo como su gata ronroneaba en mis piernas, podía ser en señal de agradecimiento por haber salvado a su ama? Seguramente, escuché un ruido extraño proveniente de su estómago y sonreí separándola un poco y saqué un pañuelo de mi bolsillo.

- Toma, sécate las lágrimas.

Empecé a buscar en mis bolsillos y al cabo de poco encontré lo que había estado buscando, saqué una manzana y se la tendí a la niña que aún se secaba las lágrimas con el pañuelo.

- Lo siento, es lo único que tengo a mano en este momento, por cierto mi nombre es Yurika, soy una celestial, no sé si has escuchado hablar sobre mi raza y mi trabajo es vigilar los mundos, tienes suerte de que yo te haya encontrado y dime como te llamas tu?

La miré esperando su respuesta mientras me sentaba en una roca cercana.

Tomé la manzana y dí un mordisco... mordí otra vez, cada vez más hambrienta y con más energías... le dí la mitad a Maka, que también se había aguantado el hambre todo ese tiempo, y ella se comió su parte con la misma avidez... una vez que acabamos la manzana, procedí a hablarle a la mujer, ya un poco más calmada...

-Yo soy Momo... y soy humana... creo... no... nunca había oído hablar de esa raza... por cierto... muchas gracias por la manzana... pero lo que yo quiero saber es que hago aquí y que es este lugar...

La manzana no sólo me había dado un poco más de energía si no que también yo había vuelto a la normalidad, y estaba un poco más curiosa, pero seguía sin tener mis setas a mano y eso me daba una punzada de dolor... recogí mis pistolas del suelo, las había tirado al lanzarme a los brazos de ella... las guardé de nuevo en sus fundas y miré a mi alrededor sin entender como pude llegar hasta ese lugar... me rasqué la cabeza y volví a mirar a Yurika...

-No me lo puedes explicar tu?? digo... si tu deber es vigilar mundos... podrias saber lo que me ha pasado...

Miró a la niña como devoraba ansiosa la manzana, no solo ella la gata también parecía estarlo porque cuando le dio un trozo de esta lo comió pareciendo que hubieran estado semanas sin comer, debía hacer horas que se encontraban en ese sitio, que suerte habían tenido que pasaba por allí que si no vete tu a saber cuál habría sido el destino de aquella pequeña niña que ahora parecía más tranquila, no solo por el hecho de tener compañía si no que además había podido comer algo y su estómago ya no se quejaba por falta de nutrientes.
Al estar satisfecha parecía que volvía a ser la niña de siempre ya que empezó a hacerle preguntas de cómo había llegado a aquel sitio, empezó a pensar en las posibilidades, había algunas, la mayoría improbables tratándose de alguien tan pequeño así que le dijo cuál era su teoría.

- Primero tendría que saber donde estabas antes de que despertaras en este sitio, depende del sitio que sea podría ser que hubieras encontrado uno de los portales que sirven para viajar entre mundos, supongo que sin quererlo encontraste uno y viajaste hasta aquí, es la teoría más probable. También podría ser que algún ser demoníaco hubiera querido jugarte una mala pasada y te hubiera traído hasta aquí pero entonces cuando hubieras llegado te habría comido después de torturarte así que no la veo posible. Ahora lo que me preocupa es que hacer contigo, yo sola puedo tele transportarme pero no puedo llevar a nadie más conmigo así que tendría que acompañarte a algún portal para que pudieras volver a casa, entonces me tendrás que acompañar espero no encontrar ningún entretenimiento por el camino.

Escuché su explicación con mucha atención... luego puse una mano en mi cabeza, intentando recordar algo... pero solo recordaba estar durmiendo en mi chabola debajo del puente principal, y despertar en ese horrible lugar... volví a mirar a la preciosa mujer que tenia enfrente con los ojos como platos:

-Pues creeme si te digo que de verdad no recuerdo nada de nada, solo que estaba durmiendo en mi casa y que desperté aquí...

Seguí pensando en que fue lo que me pudo pasar... pero era inutil, no podía llegar a recordar nada de nada, y se me estaban acabando las neuronas... Maka maullaba freneticamente... algo la había alertado mucho... miré hacia el lugar al que estaba apuntando con la vista... ví a un ser asqueroso y enorme, acercandose a nosotras sin ningún reparo...

-AAH!! Y-Yurika!! q-que es esa c-cosa!!?

Escuchaba la explicación de la pequeña, aunque hacía un rato que estaba intranquila, allí no se podrían quedar mucho rato o las descubrirían y la verdad no tenía muchas ganas de encontrarse con ninguno de los seres que habitaban por allí, si no recordaba mal un poco más abajo del punto en donde estaban había un portal que podía llevarlas a otro mundo, la cosa es que no recordaba el punto exacto del portal, maldecía no haber estudiado más sus posiciones por si ocurría algo así.

- Tranquila bonita, encontraremos una solución para que vuelvas a tu casa, lo primero es ponernos en marcha.

Lo que más temía ocurrió, uno de aquellos seres apareció, sintió como algo maléfico se acercaba, por suerte era uno de los más débiles y podría encargarse rápidamente de él, escuchó el grito de la niña cosa que confirmó que aquella criatura les había encontrado, lo único que podía hacer era destruirle rápidamente y sacarla de ese sitio. Empezó a crear una gran bola de fuego que mandó al ser, el cual fue carbonizado al instante, cargó a la niña en su espalda y empezó a correr por un camino que bajaba

- Ahora te sacaré de aquí pequeña, no te preocupes.

Al ver todo el poder que tenía esa chica, no pude evitar soltar una exclamación de asombro... luego me cargó a su espalda e inmediatamente Maka saltó a la mía... luego seguimos bajando por el camino y me entró una duda...

-A dónde vamos? no me irás a secuestrar? -una vez ya calmada, mi personalidad había cambiado... no creía que me fuese a secuestrar, pero desde pequeña siempre me dijeron que los extraños siempre te tratan bien antes de degollarte...

Maka se agarraba fuerte a mi vestido con las uñas, escocía un poco, porque me las estaba clavando... pero me aguanté como una mujer mayor (?) y esperé a que Yurika me llevase a algún lugar más seguro...

Sabía que la niña no confiaba en ella en su plenitud, era normal acababan de conocerse y aunque la había salvado nada impedía que la desconfianza apareciera, al menos a ella le pasaría lo mismo en su caso, lo único que podía hacer era esperar a que no intentara matarla, aunque no parecía una niña muy violenta, así que simplemente la fue llevando camino abajo.

-Te estoy llevando a un portal para que puedas volver a tu mundo, sé más o menos donde se encuentra el más cercano, aunque si lo prefieres puedo indicarte donde está y que vayas sola.

Obviamente lo último solo era una broma, para indicárselo la miró de reojo y le sonrió dulcemente, viendo como tenía una pequeña mueca de dolor por que la gata le arañaba la espalda, aunque no dijo nada, si ella quería callárselo era cosa suya, además seguramente tampoco hubiera dejado que llevara ella misma la gata, así que prosiguió en silencio.

-Si tienes más hambre llevo alguna manzana más en el bolsillo.

La mujer continuó hablando, habló sobre los portales y sobre que tenía más comida en la bolsa o lo que fuese... estaba muy cansada, simplemente negué levemente con la cabeza:

-Hmm... ahora lo que me apetece es un buen filete... y a Maka también...-dije al sentir como tanto mis tripas como las de mi gata comenzaban a rugir de nuevo. Me sonrojé un poco, a sabiendas de que ella también habría escuchado algo... me afirmé a su cuello, sin poder evitar pensar en en cómo sería si lo estrangulase... pero en esos momentos no debía pensar esas cosas, la mujer me estaba salvando la vida al fin y al cabo...

-Nee... ¿falta mucho para llegar al portal? es que tengo una cosa que hacer... -dije recordando de pronto que me habían contratado para un "encargo" y que antes debía ir a buscar unas cosas a la ciudad... cosas mínimas, como pólvora, municiones nuevas, un afilador para tener lista mi daga... lo normal...