[ - Reunión Urgente - Todo Los Celestiales Precentarce Aquí Mismo - ]

Luego del Ataque del Manto Negro Yue, regresa al castillo de luz convocando la presencia de todo ser Celestial, como un llamo espiritual, haciéndolos sentir que son llamados a tal lugar cuando se sienta en la gran mesa Redonda, esperando a que aparezcan todo si es posible. La pelea se pondrá peor y es necesario saber mas de una opinión de todo esto..Sin saber que esta en su forma "oscura" solo preocupado por que vengan todos y rápido, no deja de pensar en el próximo enemigo que puede venir y las posibilidades de que puedan venir y muchas otras cosas.No puedo creerlo... nunca tuve tal poder, por que puedo... y ademas por que justamente ahora y en este mundo.Un poco sorprendido y respirando un poco rápido, con algo de intranquilidad, su mirada queda perdido mientras recuerda cada detalle de lo que vio y de lo que paso en el combate anterior con los demás..Esto seria mas fácil para mi si estuviera Kurenai conmigo., cambio un mirada un poco a depresiva al recordarla...

Sentí una extraña llamada del Castillo de la Luz, hacía mucho que no pasaba ahí desde que me fui... me preguntaba quién sería, ¿habría pasado algo grave? Me teletransporté al Castillo de la Luz justo en la entrada de este, por ello me gané un buen mareo y perdí el equilibrio durante unos minutos además me había empezado a doler la cabeza, dí un suspiro algo consternada por ello y después de casi arrastrarme fui como pude hasta la sala de donde procedía la llamada con mucho esfuerzo, seguramente esa noche tuviese que descansar ahí por mi imprudencia, mis reservas de magia estaban bajo mínimos ese día y tenía todo el cuerpo molido por la teletransportación, desde luego ese día no podría salir del Castillo de la Luz, me hacía falta una buena noche de sueño, vi a una persona encapuchada que desprendía oscuridad con solo verla y me mareé aún más.

—T-Tú... ¿q-quién eres? ¿Q-Qué haces aquí? -dije muy mareada intentando enfocar a la persona frente mía.

Estaba sentada en mi trono mirando a la nada como usualmente hacía cuando sentí una extraña llamada procedente del Castillo, me levanté de mi trono con tranquilidad y un poco de pasotismo y me estiré antes de ir andando de igual forma al lugar del que procedía la llamada, me preguntaba quién podría ser, tal vez había pasado algo malo por los mundos y alguno de los demás celestiales mayores venía a informar, eso podría ser problemático, pero como las prisas no son buenas fui caminando con toda calma hasta la puerta donde me encontré con Crista tirada en el suelo arrastrándose y no pude evitar darla una patada en el estómago por ello, seguro que ya había vuelto a sobrepasarse al usar su magia, después miré dentro de la habitación y entorné los ojos al fijarme en la persona en ella... mi primer impulso como persona fue desconfiar... pero había algo en su aura que me pareció familiar, me concentré mucho y con la misma calma de siempre miré por la ventana para preguntar a los astros si podía fiarme de ese joven y estos de forma bastante imprecisa pues no me dijeron quién era me respondieron que sí en ese extraño método de adivinación que yo poseía, al menos para algo me servía. Le miré fíjamente y me senté frente a él con paso calmado y tranquilo.

—... ¿Y bien? ¿Qué sucede? -después miré como Crista seguía arrastrándose por el suelo- ... estás limpiando el suelo muy de cerca ¿no? Te acabarás dejando la vista, no hace falta que seas tan perfeccionista con la limpieza Crista.