Una Reunión Sigilosa

Un día común en el Mundo de la Oscuridad, todo como siempre, demonios por aquí, demonios por allá, demonios con sus demonios... Había un castillo en aquel mundo, y tenía un visitante demasiado diferente, de hecho, "visitante" no es la palabra correcta, pues por sus venas corría la sangre de un Demonio, y aunque no parecía actuar a la primera como tal, lo era... Alexander Stukov, El Abismal de la Muerte, uno de los tres Abismales nacidos de Promathia, quien era conocida como la Demonio Femenina más Poderosa...

Alexander rompía con muchos modelos de Demonios, su tranquilidad y falta de deseo por la destrucción o el mal eran relativamente nulos, pero claramente era tan capaz de hacer el Caos con una simple orden a su pequeña tropa, "Los Ángeles de la Muerte" y a sus 5 hijas, Astartea, Luna, Perséfone, Lilibeth y Pandora... Ni hablar de sus hermanos, Söld & Liebe, 8 seres capaces de crear el mayor caos posible... Pero ahora no era la ocasión, Alexei como siempre, escapaba de "casa" para vaguear un rato, gustaba de ir al Castillo de la Oscuridad para beber un poco de vino tinto, gustaba mucho de él y usualmente tomaba una copa. Se encontraba en la sala de estar, donde había música clásica, es decir, orquestal o sinfónica de fondo, relajante y a la vez tan bélica... La sala era lujosa, alfombrado rojo, detalle de madera oscura, una chimenea con el fuego, consumiendo la leña haciendo así un sonido "crack-crack" pero relajante también.. Tenía una botella del mejor vino tinto que había allí y un par de copas, realmente no sabía por qué siempre tomaba así, si nadie gustaba de tomar vino tinto con él...

Por extraña ocasión, no vestía su gabardina, sólo un traje negro, aunque de igual forma, parecía un saco de frío cerrado con detalle dorado, su larga melena roja, y su peculiar máscara... ¿Por qué la traía? Era lo que más de uno se preguntaba al verle... -901 años... Ha pasado mucho tiempo desde la muerte de mi Madre... Esos Celestiales pagaran caro lo que han hecho... Pero incluso la maldad requiere un descanso, es hora de iniciar el plan.... Tendré que hablar con mis hermanos...- Musitó por lo bajo para luego dar un pequeño sorbo al vino tinto mientras veía por la ventana del castillo al exterior... Su mirada perdida en el infinito.

(BGM de fondo: https://www.youtube.com/watch?v=ZXe57sUJRXQ )

-¿Porque soy la única princesa/miko que se mete en estos problemas?-
Esta vez estaba en el mundo de la obscuridad.Estaba rodeada por cravios salvajes que me veían con cara de quererme matar,por lo que no vi otra opción mas que pelear contra ellos.
-Frezzeng surge first-
Lanza la potente onda gélida contra uno de ellos,pero apenas y lo hice retroceder. Empece a caer en la desesperación.¿A caso este seria mi fin?

Bibliografia:

Gravios: http://images2.wikia.nocookie.net/monsterhunter/images/0/0f/BlackGravios.jpg

La tranquilidad de Alexander en el lugar disfrutando de aquella copa de vino tinto eran realmente dignas de envidiar. ¿En qué pensaba? En lo que le pasaría cuando su familia, principalmente sus hijas se dieran cuenta de que Alexei faltaba... Sonreía solo cada vez que recordaba la cara de sus hijas de enfado con él, le parecían realmente lindas, y aunque él lo niegue, realmente quería a sus pequeñas, cuando en un principio no eran más que viles objetos, ahora habían pasado a ser parte de su vida...

De un momento a otro, varios pasos se escuchaban así como gritos rompían la tranquilidad y el no merecido descanso por parte del Abismal de la Muerte, lo que Alexander ignoraba y al no poder sentir la energía fluir de otros seres, es que al parecer en el exterior había un ser puro, ¿Qué hacía ahí?. Uno de los Espectros del lugar interrumpió el disfrute de un sorbo de la copa de vino de Alexander avisando que habían intrusos. Limitándose sólo a ver por la ventana del lugar para ver el "show", vio a una joven que era rodeada por "bichos" ante los ojos de él, realmente no le interesaba ver como otros asesinaban a otros, más podría considerar ver cómo era cruelmente asesinada aquella joven por los bichos... Tan sólo veía, tomaba vino de la copa y su rostro indiferente ante la situación... Tan sólo veía.

Estaba rodeada por esas 3 golems andantes,cuando se me ocurrió una idea.Salte lo mas alto que pude para alejarme y atacar a los 3 con un potente ataque.
-Frezzeng surge first-
Lanzo la potente onda de energía gélida que noquea a los 3 gravios. Aproveche el momento para crear un circulo de sella-miento que rodea a los 3,lanzo o-fudas hacia los gravios,haciendo que queden sellados dentro de una hoja de papel.
Muy orgullosa de lo que había hecho,rejunte el papel, añadiéndolo a mi libro.De pronto,detecto un aura de un demonio que estaba muy cerca de mi.
-¿¡Quien esta ahí!?-
Grite asustada.

No impresión ni inmutación alguna por parte del pelirrojo quién desde la ventana veía tal "acción", la batalla de la joven con tales bichos había dado un cambio, saliendo así ella victoriosa, cosa que no impresionó para nada al Abismal de la Muerte. Rápidamente, la joven al terminar gritó, su voz parecía reflejar miedo, le entró la curiosidad a Alexander, ¿Lo habían detectado? Que feo era para él no poder detectar a otros seres, y ninguna de sus hijas estaban presentes para ayudarle en ése aspecto.

Aquel Espectro que estaba con el Abismal habló -¡Señor Alexander!, la intruso ha derrotado a..- Sus palabras fueron interrumpidas por la voz del General Alexander -Lo sé... Creo que me ocuparé del asunto... ¿Sabes lo qué eso quiere decir?- Tras decir aquello, tomó su revólver y caminó lentamente hacía afuera donde estaba la chica. "¿Sabes lo qué eso quiere decir?", el Espectro entendió perfectamente y rápidamente ordenó a los demás retirarse del lugar, pues si bien se sabía que Alexander lo que tenía de tranquilo lo tenía de poderoso... Sus pasos tranquilos le guiaron hasta donde la chica estaba -Mis más cordiales saludos My Lady, he de decir que no esperaba que saliera victoriosa ante tales seres... Ruego que perdone mi pensamiento prejuicioso ante usted... Mi nombre es Alexander Stukov, el Abismal de la Muerte y uno de los tres Abismales, ¿Con quién tengo en placer y honor de hablar en éste momento?- Se presentó y saludo tan cordial y educado como pocos Demonios podían, realmente... Alexander era diferente a un Demonio común y quizá en ello radicaba su increíble poder.

Al ver que ese demonio venia hacia mi,preparaba mi ataque.Pero al parecer el no tiene intenciones de pelear,debido a que pregunto por mi nombre y fue muy cortes al presentarse conmigo.Como me encantaría que los demonios en general,fueran así de educados.Baje la guardia y decidí presentarme.
-Mi nombre es Amethyste Hosenfeld,Princesa del reino de hielo,localizado en la Antártida,Sacerdotisa del sol.Encantada de conocerla...señor.
Estreche mi mano para saludarlo.¿Quien lo hubiera pensado?Yo...saludando y fraternizando con un demonio.

Escuchó atento a cada una de las palabras de la joven, más sin embargo parecía que le iba a atacar antes... Afortunadamente, para alguno de los dos, no pasó nada... Aún. La Ángel se presentó bajo el nombre de Amethyste Hosenfeld, con el título de "Princesa", proveniente de un reino de hielo, incluso dijo donde se encontraba, así como un "cargo" de Sacerdotisa. Ella extendió su mano para saludar, fue entonces que Alexei tomó tal mano y en vez de dar un apretón de manos de manera vulgar, le dio un ligero beso en la palma de la mano -Un placer conocerle, Princesa Amethyste, perdone mi curiosidad, pero, ¿Qué le trae a tan peligroso lugar?- Preguntó soltando la mano de la dama y volviendo a pararse firme y recto ante ella, él desconocía que ella era un Ángel... Pero, ¿Ella sabría qué él era un Demonio?.

Al ver que aquel demonio me habia besado la mano,tome un pañuelo y me limpie su saliva lo mas antes posible.Entonces escuche que pregunto que hacia por aqui.
-Mis deudoras me mandaron a neutralizar unos gravios.Es todo.-
Le dije a aquel demonio de apariencia de mercenario.
-¿Que lo trae por aquí?-
Le pregunte con algo de curiosidad.

Realmente no se había sentido ni ofendido ni feliz por lo que ella hizo con el pañuelo al limpiarse, esbozó una ligera sonrisa, escuchó las palabras... "Neutralizar", al menos no usaban la clásica palabra "asesinar". Luego, ella preguntó el motivo por el qué él estaba allí, suspiró y habló -Realmente, el vino tinto de éste lugar me gusta... Es tan único y diferente del vino tinto humano... No hay más motivos por el cual estar aquí, realmente me aburre tal lugar...- Su tono de voz era tranquilo e inmutable, Alexander jamás se impresionaba por nada... -Así que los bichos ésos tienen por nombre Gravios, ¿No?- Preguntó, pues para él eran meros bichos...Al parecer tenían nombre.

Al escuchar que el vino rojo de aquí era bueno,me anime a probar uno. Después de todo,mi apariencia de 18 años,me permitía hacer cosas para adultos.
-Si el vino de aquí es tan bueno,creo que tomare un poco.-
Un rato después,Alexander menciono sobre los gravios.Les había mencionado como bichos.Supongo que es un demonio de alto nivel,como para llamar así a un wyvern cuya piel es tan resistente como la piedra.

Escuchó el interés por beber del vino tinto de allí por parte de la chica, Alexander realmente no sabía qué decir. Se paró de costado y con su diestra señaló al castillo, indicando por obvias razones que fueran allí, pues era ahí donde estaba el vino. -Por aquí...- Habló en tono bajo pero audible, mientras ella estuviera con él, los demás Demonios se limitarían a quedarse quietos...

Alexander caminó hasta el castillo, donde abrieron la puerta dos Espectros, luego, siguió su caminar llevándole así hasta la sala donde él anteriormente estaba, tomó una de las copas que estaba allí y la botella del famoso vino tinto que tanto gustaba, sirvió apenas liquido en una copa y la colocó en la mesa, esperando a que ella agarrara su propia copa...

Aquel demonio me señalo la dirección para entrar en aquel castillo,por lo que entre.al entrar,me lleve un tremendo susto.El aspecto del castillo era lúgubre a mas no poder.
Entonces,llegamos a la sala,en la cual Alexander me ofreció la copa de vino.La probé,mas su sabor era extraño.
-Sabe raro.¿De que esta hecho?.
Pregunte para salir de dudas,ya que era demasiado fuerte para ser rojo o rosado.

La atención que Alexander en ella "dedicaba" no tenía doble intención, pero quizá cambiaría pronto cuando ella que es un Ángel escuchará de qué está hecho tal vino.

Alexei suspiró tranquilamente dando así otro sorbo del vino, pocos segundos después habló con tanto cinismo pues ignoraba que ella era un Ángel -¿Raro? Para mi es de lo mejor... Claro, después de mis reservas- Presumió claramente, pues se sabía que sus vinos eran de los mejores entre todos los mundos -Para responder a su pregunta, está hecho con sangre de ángeles y celestiales bañadas en lagrimas de dolor... Quizá por ello le sepa diferente- Suspiró mientras volvía a dar otro sorbo la copa...

Al escuchar esto, escupí la sangre que estaba bebiendo.¡Este tipo es un caza-ángeles!
Debía salir de ahí,o seria una cifra mas en su contador de victimas.Mas no podía hacerlo tan obio.
-Ehmmmmm...Bueno...debo irme...es que...ya es tarde y no quiero ser atacada...es todo...-
Dije esto,tratando de disimular mi pánico que estaba viviendo en esos momentos.