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Escala inesperada
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Escala inesperada
por Héctor Amatla Sáb Feb 19, 2011 10:25 pm
Finalmente ya comenzaba a caer el ocaso, el cielo se pintaba de tonalidades ocres, rojizas y lavanda, todas ellas claramente visibles y sin ningún tipo de interferencia nubosa. La temperatura ya comenzaba a decaer también, aquel terrible calor finalmente empieza a ceder ante el frío desértico. Y esto, era un alivio para aquel joven que horas atrás, había realizado un conjuro para poder transportarse desde su propio mundo, a este de Gaia. Su motivación eran los escritos que había encontrado hace no mucho, donde hablaba de un pueblo de magos que había desaparecido, pero no así su conocimiento. Y es ese conocimiento el que quiere saber, es algo que anhela poder tener para estudiarlo, y tal vez así, tal vez así, no volviera a calcular mal el lugar donde aparecería, ya que este desierto es casi la muerte para el chico, seco, caluroso… sin ninguna gota de agua, líquido que es vital para la vida, y que también usa de arma. Aún tiene en mente aquella extraña creatura que apareció frente a él minutos después de que llegara a ese inhóspito lugar. Fue una suerte de que supiera utilizar el relámpago para poder defenderse. Pero ahora, sólo espera a que el sol termine de ocultarse por detrás de las arenas. Desde ese momento, no había bajado la guardia, sino que por el contrario, iría preparado. Su espada, con todo y funda, la ha ido utilizando de bastón, pero también la tiene a la mano para poder repeler a otro de esos seres.
Y asi prosiguió, caminando, subiendo una duna con pesadez, y una vez estando en la cima, pudo discernir en el fondo como es que unos árboles se levantaban en el lugar. Esto le alegró, por lo que decidió apurarse para llegar ahí. Otra media hora tortuosa de caminata, hasta que, finalmente, llegó, pero, para su desilusión, únicamente eran árboles más secos que nada, aunque, le llamo la atención que a lado se levanta una estructura similar a una casa de adobe. Ya la noche casi terminaba de caer, pero, aun había un poco de luz ahí. Así que, se dirige hacia la puesta, para simplemente preguntar –Hay alguien? –No recibió respuesta, y es que la verdad, no había nada en esa casa, solo algunos muebles bastante deteriorados. Pero no husmearía ahí, mejor se quedaría afuera, a esperar a que al noche pase, ya lo tenía todo planeado.
Cortó algunas ramas de aquellos árboles con ayuda de su espada, para después agruparlos en un pequeño montículo, mismo que encendería usando una pequeña chispa eléctrica. Para cuando esto sucedió, ya habrían pasado unos cuantos minutos desde que las estrellas había asomado sus luceros en el firmamento, al igual que la luna, que estaba en cuarto creciente. Y ahí, finalmente, quedó sentado, enfrente de la fogata, resguardándose del frío. EL joven mago lleva en su espalda una mochila con provisiones para varios días, así que, de ella, saca una botella de agua, y un poco de fruta fresca (por obra de magia está fresca la fruta). Tenía el presentimiento de que estaba siendo observado, sin embargo, el chico posaba su vista en el fuego, pensando en lo solitaria que la noche será, aunque, eso nunca se puede saber a ciencia cierta, uno nunca sabe quién podría aparecer, ni de sus intenciones. -Vaya soledad -Concluyó, al comenzar a dar un bocado al melon que traía guardado en un recipiente.
Y asi prosiguió, caminando, subiendo una duna con pesadez, y una vez estando en la cima, pudo discernir en el fondo como es que unos árboles se levantaban en el lugar. Esto le alegró, por lo que decidió apurarse para llegar ahí. Otra media hora tortuosa de caminata, hasta que, finalmente, llegó, pero, para su desilusión, únicamente eran árboles más secos que nada, aunque, le llamo la atención que a lado se levanta una estructura similar a una casa de adobe. Ya la noche casi terminaba de caer, pero, aun había un poco de luz ahí. Así que, se dirige hacia la puesta, para simplemente preguntar –Hay alguien? –No recibió respuesta, y es que la verdad, no había nada en esa casa, solo algunos muebles bastante deteriorados. Pero no husmearía ahí, mejor se quedaría afuera, a esperar a que al noche pase, ya lo tenía todo planeado.
Cortó algunas ramas de aquellos árboles con ayuda de su espada, para después agruparlos en un pequeño montículo, mismo que encendería usando una pequeña chispa eléctrica. Para cuando esto sucedió, ya habrían pasado unos cuantos minutos desde que las estrellas había asomado sus luceros en el firmamento, al igual que la luna, que estaba en cuarto creciente. Y ahí, finalmente, quedó sentado, enfrente de la fogata, resguardándose del frío. EL joven mago lleva en su espalda una mochila con provisiones para varios días, así que, de ella, saca una botella de agua, y un poco de fruta fresca (por obra de magia está fresca la fruta). Tenía el presentimiento de que estaba siendo observado, sin embargo, el chico posaba su vista en el fuego, pensando en lo solitaria que la noche será, aunque, eso nunca se puede saber a ciencia cierta, uno nunca sabe quién podría aparecer, ni de sus intenciones. -Vaya soledad -Concluyó, al comenzar a dar un bocado al melon que traía guardado en un recipiente.
Héctor Amatla- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 17/12/2010
Re: Escala inesperada
por Invitado Sáb Feb 19, 2011 11:19 pm
una mision clara y precisa. Poder decifrar estos pergaminos que llevo conmigo, segun por lo que me habian dicho era de la antigua biblioteca de alejandria, asi que me traslade creo al lugar mas puro del mundo...el mundo de gaia...me entre primero en el gran desierto..algo normal para mi, ya que en mi misiones anteriores he tenido que sobrevivir a este gran lugar.
Empezaba a caer la noche, de un duro calor, a un duro frio, no era mucho que admirar, aunque para mi gusto prefiero el frio.
Durante varias hora camine sin encontrar nada especial, hasta llegar a un lugar muy raro. Intente contactarme por Codec.
¿Alguien me escucha?, ¿Contesten? no habia contacto.
llevaba una gran rancion de comida,¿Para que si no me alimento mucho?, pero de repente pude notar humo...alguien ahi mmmm, asi que camine totalmente tranquilo al lugar.
Ya cuando estaba apunto de llegar a lo que podria ser una fogata, me tire al suelo y me arrastre..pude observar que habia un joven sentado ahi...
Ahora, ¿Que hago? diciendome en voz baja.
Empezaba a caer la noche, de un duro calor, a un duro frio, no era mucho que admirar, aunque para mi gusto prefiero el frio.
Durante varias hora camine sin encontrar nada especial, hasta llegar a un lugar muy raro. Intente contactarme por Codec.
¿Alguien me escucha?, ¿Contesten? no habia contacto.
llevaba una gran rancion de comida,¿Para que si no me alimento mucho?, pero de repente pude notar humo...alguien ahi mmmm, asi que camine totalmente tranquilo al lugar.
Ya cuando estaba apunto de llegar a lo que podria ser una fogata, me tire al suelo y me arrastre..pude observar que habia un joven sentado ahi...
Ahora, ¿Que hago? diciendome en voz baja.
Invitado- Invitado
Re: Escala inesperada
por Héctor Amatla Dom Feb 20, 2011 4:37 am
Si, aquello era una aparente soledad, y admitámoslo, ¿A quién se le ocurriría estar en un desierto recién iniciada la noche? Bueno, además él claro está. Aquel chico supone que a nadie más, y que él, realmente no quería estar ahí, únicamente fue un error de cálculo cuando conjuro, y para colmo de males, debe de esperar mínimo unas 12 horas para poder volver a utilizar su conjuro. Pero por lo mientras, por su mente van pasando todas las posibilidades que él tiene para sobrevivir, ya que nunca en su vida había estado expuesto a esas condiciones tan extremas.
–Nian Ayamictlan tlalkapanco ihquinyezqui cecec quemeh nican… –[ni en la región de Ayamictlan el frío es así como aquí], susurraba, resguardándose del frío que ya comenzaba a sentirse con crudeza en la fogata. ¡Realmente este lugar debe de ostentar algún tipo de título para climas extremosos! En fin, ya después pensaría en eso, después de que terminase de comer. Sin embargo, desde momentos después que encendió su fogata, no había dejado de sentirse observado. El momento de tomar una decisión había llegado, ¿Qué hacer? Como cazador que alguna vez fue, puede darse un ligera idea aunque sea por su propio presentimiento, pero, no tomaría una decisión arriesgada, sino que, ya iría ideando un plan contra un posible ataque.
Dejaba su traste con aquel melón a un lado, mientras que, con el índice de su mano derecha, comenzaba a trazar un círculo en la tierra, colocando en él varias figuras geométricas, terminando de rematar conel glifo azteca de la luna (sin el conejo) . El para que lo hizo, tal vez lo descubramos a continuación, solamente es cuestión de ver lo que suceda. Pero mientras, el hechicero lo que hace es voltear a ver hacia la duna de donde vino, sabe que ahí podría haber alguien. El estar en esta situación de cierta forma se le hace familiar, como cuando estuvo en la guerra, cuando siempre era una lucha por sobrevivir.
–Nian Ayamictlan tlalkapanco ihquinyezqui cecec quemeh nican… –[ni en la región de Ayamictlan el frío es así como aquí], susurraba, resguardándose del frío que ya comenzaba a sentirse con crudeza en la fogata. ¡Realmente este lugar debe de ostentar algún tipo de título para climas extremosos! En fin, ya después pensaría en eso, después de que terminase de comer. Sin embargo, desde momentos después que encendió su fogata, no había dejado de sentirse observado. El momento de tomar una decisión había llegado, ¿Qué hacer? Como cazador que alguna vez fue, puede darse un ligera idea aunque sea por su propio presentimiento, pero, no tomaría una decisión arriesgada, sino que, ya iría ideando un plan contra un posible ataque.
Dejaba su traste con aquel melón a un lado, mientras que, con el índice de su mano derecha, comenzaba a trazar un círculo en la tierra, colocando en él varias figuras geométricas, terminando de rematar conel glifo azteca de la luna (sin el conejo) . El para que lo hizo, tal vez lo descubramos a continuación, solamente es cuestión de ver lo que suceda. Pero mientras, el hechicero lo que hace es voltear a ver hacia la duna de donde vino, sabe que ahí podría haber alguien. El estar en esta situación de cierta forma se le hace familiar, como cuando estuvo en la guerra, cuando siempre era una lucha por sobrevivir.
Héctor Amatla- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 17/12/2010
Re: Escala inesperada
por Invitado Lun Feb 21, 2011 3:47 pm
solo me quede observando al muchacho, al mirarlo de pies a cabeza me di cuenta que es un humano, ademas que no desprendia ningun olor aparte, sin embargo, no podia saber si las intenciones de lo que esta haciendo ahora son buenas o malas, asi que por mas que me quedara aqui no podria averiguar nada, asi que camine hacia el.
Buenas..¿Noches?...hola extranjero...
No se como actuar en este tipo de situaciones, soy muy solitario y no le hablo a tanta gente ni menos a humanos.
Al decir aquello me puse mi chaqueta roja de manga larga y atras con mis espadas inservibles, ya que desde que perdi la memoria no tengo ni idea para que sirven.
Buenas..¿Noches?...hola extranjero...
No se como actuar en este tipo de situaciones, soy muy solitario y no le hablo a tanta gente ni menos a humanos.
Al decir aquello me puse mi chaqueta roja de manga larga y atras con mis espadas inservibles, ya que desde que perdi la memoria no tengo ni idea para que sirven.
Invitado- Invitado
Re: Escala inesperada
por Héctor Amatla Dom Feb 27, 2011 7:31 am
unos breves segundos después de trazar ese círculo en la arena, pudo ver la sombra de alguien, un poco más oscura que el mismo aire nocturno. Entonces, frunce ligeramente el ceño, colocando su mano derecha cerca del círculo. Suspiró, escuchando todo lo posible todo su ambiente. Únicamente, el sonido de las llamas consumiendo esas ramas era lo que se escuchó, y… una voz de hombre el siguiente momento. No lo pensó dos veces, y entonces, hizo presión en la arena, al centro de su figura, produciéndose un ligero brillo, y al instante, por obra de la alquimia, pudo transmutar parte de esa arena en agua, no era mucha, apenas la suficiente como para llenar 5 botellas de dos litros del preciado líquido; este líquido, al instante hizo que recubriera sus manos, y brazos, congelándose el agua al instante, formándole una armadura en esas extremidades. Pero, sea como sea, no sentía ninguna intensión hostil por parte de él, pero aún así, no bajaría la guardia.
–Ma cualli yohualli tipia –Le decía, aún expectante de lo que pudiera hacer el recién llegado –Buenas noches tenga usted –Sí, él tenía razón, el joven hechicero es un extranjero en este mundo, y para colmo, un turista extraviado.
–Ma cualli yohualli tipia –Le decía, aún expectante de lo que pudiera hacer el recién llegado –Buenas noches tenga usted –Sí, él tenía razón, el joven hechicero es un extranjero en este mundo, y para colmo, un turista extraviado.
Héctor Amatla- Mensajes : 19
Fecha de inscripción : 17/12/2010
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