Experiencias en el centro comercial

Tras un tiempo estando en el mundo humano. Lenda todavía no se imaginaba lo grande y extenso que podía llegar a ser. Por suerte, tenía en su poder un artilugio que cada día podía teletransportarla, al menos, a las ciudades más importantes. Se trataba de un pequeño colgante que llevaba atado al cuello. Le permitía viajar de ciudad en ciudad, aunque el inconveniente, era que la energía necesaria para realizar el teletransporte tardaba un día entero en recargarse, por lo que tenía que buscar la forma de pasar la noche siempre en el sitio donde aparecía. Al principio costó un poco manejarlo, ya que tenía que susurrarle convenientemente al objeto mágico el lugar donde quería que apareciese, y si sólo especificada el nombre de la ciudad, podía ser en cualquier parte de ella.

Aquel día, apareció delante de un centro comercial.

El vórtice, esta vez, lo había vomitado a un lado del centro, justo en la parte de atrás, donde se colocaban los depósitos de basura, así que por suerte para ella, esta vez no le vio nadie aparecer como por arte de magia en ese lugar. Como siempre, y era de costumbre, Lenda no tenía ni idea de dónde se encontraba.

El edificio que estaba justo al lado le llamó la atención a la peliazulada. Era algo que no había visto nunca (como muchas otras cosas del mundo humano). Lo rodeó y lo observó detenidamente desde el frente, se asombró al ver como muchos humanos (como ella) entraban y salían del lugar a montones. Tal cantidad de gente saliendo y entrando en un edificio… aquello era increíble, era algo que en su ciudad sólo se veía en el castillo del duque. La forma cuadrangular del edificio, pintada de blanca, con unas cristaleras enormes que dejaban ver algunos detalles de su interior, fascinaron totalmente a la maquinista.

Ahí se quedó, pasmada. Admirando la moderna arquitectura del centro comercial.

-meft andaba de casualidad por ahi, pensaba entrar al centro a comprar ropa, pero priemro nesesitaba ver ciertas cosas en la aprte de atras. Hacia tiempo habia cometido un robo en el mismo lugar y deseaba verificar que la seguridad no hubiese mejorado, lo cual era tonto, era logico k mejoro, mas cuando un relampago negro se llevo la joyeria ams cara del lugar. DEspues de eso regreso a la entrada y decidio entrar por la puerta de en frente.

-Bueno, entrare por aki- dijo mientras se hchaba las manos a la nuca y de repente una humana de entre todas le llamo la antencion, al parecer no era de por aki pues no venia vestida como toda la gente.
Se acerco a ella y le saludo interrumpiendo su asombro.
-Hola?-

Spoiler:

Lenda se sorprendió sobremanera una vez la saludó la neko. Pronto se calmó al comprobar que solo se trataba de una chica con aspecto de ser bastante simpática y, curiosamente, con orejas y cola de gato. Aquello sin duda consiguió extrañarla, pero no era nada raro teniendo en cuenta de que en su mundo podías encontrar todo tipo de criaturas creadas de la niebla.

—Hola… —. Lenda la saludó con timidez, todo lo contrario a lo que hizo ella. Por supuesto la chica iba vestida de forma diferente, además de que a veces podía considerarse de que enseñaba mucha piel. Sin duda no estaría de mal visitar alguna tienda de ropa y pasar más desapercibida…

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perdona la larga tardanza

-Eres nueva por aqui verdad?- sonrio dulcemente mirandola, woow era hermosa, ella sabia apreciar la apariencia femenina y masculina cuando lucian bien.
-Dime, acaso estas perdida?- pregunto mientras la seguia mirando.
-Yo soy Meft, pero puedes decirme mefy, un placer- le estiro la mano para saludarla.-Vine de compras, quiere entrar? estoy sola y no me molestaria la compañia de alquien tan linda como tu- sonrio dulcemente esperando que la otra chica le saludara tb.

(U: descuida, aqui ando seguido y se esperar n_n asi que no te preocupes nee??)

La chica no tardó en responder:

—Sí… puede decirse que sí que soy nueva por aquí, y también estoy algo perdida.

La fémina neko alargó una mano para que Lenda pudiera cogerla, esta así lo hizo y le tomó la mano con firmeza pero no trataba a nadie con desconfianza, y ella iba a ser mucho menos:

—A mi me puedes llamar Lenda —. La peliazulada escuchó que la neko se dirigía hacia ese gran edificio a comprar: al parecer allí vendían ropa, algo que Lenda necesitaría ya que la gente solía mirarla demasiado quizá por culpa de su extraña indumentaria. No obstante, al saber sobre el pequeño piropo que le había lanzado la chica no pudo evitar sonrojarse.

—Por… por supuesto. Así me puedes ayudar que puedo elegir para ponerme.

tomo la mano y la apreto con mucha ternura.
DEspues al verla sonrojarse sonrio dulcemente, se veia linda con ese color en sus mejillas.
Entonces, aparecio el comentario. Ayudarla a comprar ropa, huy ciertamente mefy andaba vestida hacî por que no habia hecho la colada, pero sus ropas eran por lo general exivisionistas o demaciado tiernas. Casi siemrpe al extremo. Se rasco la nuca y sonrio nerviosa al momento de soltarla con delicadeza y sutilez.
-Ahaha, creeme, puedo ayudarte, pero no soy muy buena comprando ropa, de hecho para mi se me hace que te ves hermosa con lo que traes puesto...pero- sus ojos se posaron de reojo sobre unos chicos que la miraban con mucho morbo- creo que para evitarte este tipo de miradas seria bueno algo que cubra mas tu piel, Lenda- sonrio al momento de tomarla de la mano y caminar al centro comercial.

Una vez dentro del gran complejo que se extendia a lo largo lleno de tiendas, gente k caminaba, puestos de comida y escaleras normales y electricas ella le sonrio -bueno por donde empezamos? quieres interior o exterior primero?- pregunto. A ella le acababan de pagar muy bien, nada menos que la suma de 5 millones de euros por las joyas que habia riobado la vez anterior y traia bastante dinero en la tarjeta de credito como para malgastarlo.

-mmm como acabamos de conocernos y quiero que seamso grandes amigas, te aprece si de regalo te compro un cambio de ropa y un juego de ropa interior?- le sonrio muy emocionada, era la primera vez que haria compras en ese lugar.

La maquinista estaba empezando a atraer miradas indiscretas, algo que no era nada deseable, dado que lo ideal era que permaneciese más o menos integrada en la sociedad de ese mundo para no levantar sospechas de que pertenecía a otro diferente. Lenda se volvió a ruborizar y avergonzada, afirmó con la cabeza. Aquella chaqueta no era lo suficientemente grande como para tapar los grandes pechos que tenía, apenas lo hacían los sujetadores que llevaba.

La gatita la tomó de la mano y juntas entraron en el gran complejo. Totalmente maravillada, la joven contempló todas las tiendas de todo tipo que se encontraban allí y cuando su compañera le preguntó por dónde quería empezar, no pudo decidirse dónde. Poco después, en un alarde de, quizá demasiada, amabilidad; Meft se ofreció a comprarle la ropa.

—No… no hace falta… de verdad. Creo que llevo un poco de dinero conmigo.

Subieron al segundo piso por encima de la fuente que coronaba el área principal del centro. Allí, entre muchas vitrinas, sólo una consiguió llamarle la atención a Lenda, y es que a ella le solían gustar las faldas, y allí muchas se disponían: de muchas formas y colores, con volantes o vaqueras. Eso era algo que Eri no había visto nunca y los contempló ilusionada.

-no lo decia como ofensa- dijo para mirarle- es solo que quiero que seamso amigas- le sonrio dulcemente.
Despues se percato de como miraba esas faldas en la vitrina- wooo veo que eres amantes de las faldas- sonrio - vamos, entremso a verlas!- le tomo del brazo y la jalo hacia dentro de la tienda.

Una vez dentro le señalo a la encargada que queria ver todas als faldas de la vitrina en diferentes colores, y esta se fue por ellas.

-Oh por cierto....de donde eres, se te nota que no eres de por aqui- le sonrio para entablar platica en lo que la señorita llegaba con las faldas y ambas se dirijian a los mostradores.

La nekita que se encontraba con ella la invitó y la arrastró a entrar en la tienda, parecía que al final sí que estaba dispuesta a comprarle la falda. Eri afirmó con la cabeza, pues iba a dejar que le comprara la falda pero con una condición:

—En ese caso tendré que comprarte yo alguna otra cosa…

Hablaron con la dependienta y se fue a buscar los distintos colores. En ese breve tiempo en el que la esperaron, la neko le preguntó sobre su procedencia. Ante aquella pregunta Eri no dejó entrever su incomodidad pero decidió que debía decirle la verdad a su nueva amiga.

—Pues… aunque no te lo creas, vengo de otro mundo. Es un planeta que se llama Gaia —dijo— ¿Y qué hay de ti? Tampoco parece que seas de este lugar.

-soy de japon, pertenesco al mundo humano, y woo es la priemra vez que conosco a alguein procedente de gaia, un dia fui para alla, tenia un trabajo que hacer en un laberinto, pero termine metida en un lio con un minotauro- se rie. -MM me parece bien tu propuesta, pero yo escojo lo que quiero que me compres ok?- dijo sonriente.

La encargada llego y trajo las faldas en diferentes colores y telas, y se las mostro a las chicas. -Bueno pasa a provartelas, y veremos cual te gusta- sonrio ampliamente empujandola ocn suabidad hacia el vestidor mientras la encargada colgaba la ropa dentro de este.